licitación electrónica

Probablemente, el uso y alcance de las plataformas de licitación pública electrónica puede que no sea un tema de amplio dominio o conocimiento de la mayoría de los lectores. Pero es una realidad que la licitación electrónica es una modalidad de presentación, evaluación y elección de ofertas que va ganando terreno de ambos lados del “juego” por así decirlo.

De allí precisamente viene la propuesta de hoy, a la que hemos dado en llamar una “visión bilateral”. ¿A qué nos referimos? Justamente a que todo proceso de licitación pública es un escenario en el que hay claramente dos segmentos de actores: por un lado, quien hace el llamado de interés y por otro quien (o quienes) responden.

Los llamados de interés, pueden ser de varios tipos: a veces se requiere comprar productos, otros servicios y otros son llamados en los que se pretende evaluar que dimensión de oferentes se puede llegar a encontrar para un rubro determinado. Por ejemplo, en este último caso, imaginemos un municipio que desea evaluar cuántas personas o empresas estarían dispuesta a realizar una explotación de paradores / restaurantes / bares de tragos en sus playas en la próxima temporada veraniega. Ese es un típico llamado de interés sobre el que se realizará luego un llamado puntual a ofertas concretas.

Entonces, volviendo al punto: siempre tenemos dos lados del proceso y por tanto sería pertinente analizar las ventajas que supone para ambos sectores el uso de una solución de licitación pública electrónica frente al formato clásico de un llamado tradicional.

Vamos a plantearlo de forma práctica, comenzando por…

Ventajas para ambos sectores (oferente y ofertante)

Una plataforma licitación pública electrónica va a permitir realizar todas las comunicaciones entre el organismo oferente y los licitadores que se presenten, de forma electrónica, cómoda segura y con absoluta certeza de estar cumpliendo con la legislación vigente.

Para todas las partes queda garantizado entonces la igualdad y libertad de acceso a las licitaciones, lo que garantiza el mínimo impacto de tráfico de influencias otorgando transparencia a la fluidez de los procedimientos. En otras palabras: no habrá que preocuparse por la posibilidad de discriminación y o desigualdad de trato entre los licitadores.

Ventajas para los solicitantes de servicios

Posibilidad de evaluar a la mayor cantidad de oferentes posibles en igualdad de condiciones.

Mayor concurrencia de ofertantes de quienes se puede evaluar antecedentes, experiencia y referencias llegado el caso

Garantías de que esa “libre competencia” por sí misma, dará lugar a la selección de la oferta más ventajosa.

Ventajas para los ofertantes de servicios (ciudadanos y empresas)

Amplias garantías en cuanto a transparencia
Acceso universal a los contratos del sector público
Reducción del gasto e inversión en cada proceso de presentación (punto muy importante porque nunca se sabe en cada licitación pública si será el elegido o no)
Facilidad para consultar los expedientes y el proceso en que va cada licitación electrónica a la que se presente
Posibilidad / tranquilidad de recibir notificaciones en función de los plazos y la naturaleza de las licitaciones en curso
Acceso a toda la información recopilada durante el proceso
Total, garantía de confidencialidad, ya que cada plataforma de tramitación expedientes licitación, cuenta con los mecanismos de cifrado más avanzados que aseguran este punto.